¡Vota el mejor microrrelato!

¡Buenos días!
Aquí podéis leer los microrrelatos presentados al concurso propuesto por el Ayuntamiento; iremos actualizando este post con los relatos que se vayan presentando. 
Ganará el relato que más LIKES obtenga, y para votar tu o tus favoritos, puedes pinchar en este link, entra en el álbum «EN menos de 100», buscar el relato elegido y dar Me gusta.
Si no accedes directamente al álbum desde ese enlace, entra en el Facebook del Ayuntamiento, pincha en Fotos y después en Álbumes, y ya verás el álbum «En menos de 100».
Muchas gracias por vuestra participación.
¡Atentos porque en breve cerraremos este concurso y lanzaremos otro reto para escribir! 
Si tienes un relato a medias, mándalo cuanto antes
CONCURSO DE MICORRELATOS «EN MENOS DE 100»
JESÚS HERNANZ
En el pueblo de la nieve, donde nieve no hay ya. Donde el campo triste está. Donde el monte no puede resistir mas sin nuestra dominguero compañía. Los árboles y riachuelos llorando están porque no podemos tomar todo lo que nos dan.

FERNANDO LUIS ANDRÉS CUERVO
LUCHAR Y VENCER
PUEDE QUE ESTEMOS VIVIENDO
UNA ETAPA SINGULAR
Y ES DIFÍCIL SOPORTAR
LO QUE AHORA ESTAMOS VIENDO.
PERO AL IGUAL QUE A LA NIEVE
Y, AUNQUE ESTE VIRUS NOS MATE,
VAMOS A DARLE TOMATE
PARA DERRETIRLO EN BREVE.
NO HA DE VENCERNOS EL MAL
Y VAMOS A RESISTIR
PORQUE QUEREMOS VIVIR
EN ESTE MUNDO PLURAL.
ELOISA MORENO BURGUI
Frente a la ventana, observo la nieve, impoluta, blanca, sin ninguna huella en ella y me estremezco al pensar que estoy sola y no sé cuánto más resistiré.
Giro la cabeza, el color carmesí del tomate se cuela por mis pupilas. Lo cojo suavemente, sintiendo la suavidad de su piel, intentando fundirse con la mia.
Al morderlo, puedo sentir su aroma, su textura delicada que me hace volver al ayer, cuando cada mañana los regaba y cuidaba en su mata, sintiendo el calor del sol en mi cuerpo… Tanta nostalgia del cercano pasado.
Sólo quiero pensar que muy pronto volverá.

RAÚL IGLESIAS

UNO DE ELLOS

Unas manchitas rojas sobre la nieve le recordaron enseguida a cuando ansioso daba cuenta de la pasta con tomate de los sábados y ciertos daños colaterales se registraban en el pecho de su camisa.
Eran como huellas diminutas, un rastro que se perdía en el arbusto tras el pozo.
Pero después de un minuto inmóvil, intentando contener el vapor de su boca y resistir el castañeteo de sus dientes, ganó la opción de aplazar lo de ser un héroe y decidió volver con el cubo vacío e informar en casa.
Podría ser uno de ellos.
RAMIRO CUADRA
Tomate este confinamiento como un descanso a la naturaleza que tanto agredimos constantemente
Tomate este este confinamiento como tiempo de bienes al igual que la naturaleza lo hará como año de nieves
Tomate este tiempo de confinamiento como si una nueva era estubiera naciendo y es lo que nos unirá para resistir tempestades para fortalecer los cálidos lazos entre personas que aún aislados piensan en la amistad
Tomate este confinamiento como unión de amor amistad respeto y cariño como el tomate que crece robusto en su rama para resistir los reveses de la vida
RUBÉN HIDALGO
Ya habrá tiempo:
Ya habrá tiempo de salir a la calle a bailar con el viento,
Ya habrá tiempo de jugar en la nieve a tirarse bolas de ilusión,
De ponerte elegante para esa noche especial…
Ahora es momento de luchar, resistir cada uno en su casa,
de salir a las 8 al balcón para apoyar a esas personas que no descansan.
Es momento de cuidar cada tomatito plantado en ese huerto llamado vida, es momento de ser humano…
Y ya habrá tiempo para otras cosas.
EVA DA CUNHA
El niño jugaba en la alfombra a la vez que merendaba una tostada con aceite y tomate, ella sentada en una silla tomando un café miraba una hoja en blanco sin saber bien que escribir, mientras pensaba en la pandemia que azotaba el mundo. De repente el niño se levantó y la abrazó, entonces supo que da igual si hace frío o calor, si llueve o nieva, si hay virus o si no, juntos serían capaces de resistir lo que fuera, porque mientras nos tengamos los unos a los otros todo es posible.

MARÍA QUIRÓS
Al tercer día llegó la nieve; al sexto todos, propios y extraños, entonamos y bailamos a ritmo del ‘Resistiré erguido frente a todo…’ y al séptimo mi hija probó el tomate por primera vez. Le gustó casi tanto como ver a su bisabuela en la pantalla.
Un día menos en el que buscar algo más. Lo hay.
BELÉN RUBIO MARTÍN
¡Nieve! Eso es lo que tocaba en este invierno tan singular. Aquí estamos con una ensalada que, a parte de tomate, tiene un virus que tiene unidas a las familias. Pero éste virus no sabe que ‘Resistiré’ es el himno de nuestra España.

MARÍA FERNANDA DEL VALLE
Tiene tomate lo que nos está tocando resistir, pero resistiremos y más pronto que tarde, podremos salir.
Ya no habrá nieve, pero tendremos un sol brillante; el más brillante.
Y por fin, no habrá miedo a tocarse; y por fin, nos abrazaremos y nos besaremos, como nunca lo hicimos antes.
(Dedicado a ti, Javi)
ROCÍO CASTRO

Si resisto, este invierno haremos un muñeco de nieve y jugaremos hasta caer rendidos. Te reirás de mi torpeza y, congelados, volveremos a casa. Encenderé la chimenea, y me pedirás que leamos nuestros cuentos favoritos. Una vez más me preguntarás por la historia del dragón que tatué en mi brazo cuando era más joven y que tanto te gusta. Ahora toca estar solo, como el último tomate que queda en la nevera.
Querido nieto, recuerda que vencí al dragón y, como entonces, lucharé con mis poderes ocultos. Te prometo que podré abrazarte pronto. Te quiere. Tu superabuelo.
MANUEL PIÑEIRO BUSTO
En las trincheras

El frio y la nieve invitan al recogimiento. Las estaciones para planes y sueños son los otoños e inviernos.
Sin embargo, este año, la primavera convierte nuestros sueños en pequeñas conquistas.
La cercanía física nos alejaba. Ahora estamos más comunicados que nunca.
Nuestro confinamiento nos hace ser más comunicativos, solidarios, altruistas y generosos.
Hoy, tras una buena cena de tomate y queso fresco, desde mi ventana, me uniré con mi aplauso al homenaje a los profesionales situados en primera línea.
En esta guerra de resistencia, atrincherado en mi casa, colaboro para derrotar al covid-19.
Nuestra unidad y constancia lo vencerá.
CARMEN DE LA VEGA GONZALEZ
Bravo, bravo.
Exultante, saludó a sus vecinos, que asomados a sus balcones aplaudían como locos.
Hacía años que salía cada día a tocar la armónica a la terraza, con 40 grados o con nieve. Últimamente, sus vecinos salían a aplaudirle cada tarde, incluida su mujer, que a veces incluso soltaba una lagrimilla de emoción.
Cuando al rato se sentó a cenar, le invadió la frustración. No recordaba cómo se llamaba eso rojo que había en su ensalada.
Solo acostado en la cama, mientras tarareaba “Resistiré”, le vino la palabra tomate, y se durmió mucho más tranquilo.
MARIANO GARCÍA
La Madre
Ay este chico, ¿dónde se habrá metido?. No se hace caso. Mira que lo han dicho, ni menearse de la casa, pues él, azogue puro. La una y media dando, ni asomarse le veo. Uy, el guiso, en lo poquito lo pongo, no se me queme. Cuantito llegue me oye. Pero ni «ná», se resiste a «tó’lo» mío. Ay, que no llega. Mira que le dije: está de nieve, y dicen que no se salga. Y él, ná, como tomate en mata. ¡El teléfono!. Diga… Sí, es mi chico…dígame usted ¿Del hospital…dice?…!!
ITZIAR LUCAS
En la terraza de casa hemos plantado una semilla por cada uno de los días que llevamos confinados. Esas semillas irán creciendo, haciéndose fuertes, aprendiendo a convivir con el resto de semillas. Y, algún día, los tomates germinarán junto a los guisantes, los pimientos con las fresas y las calabazas con el maíz. Tendrán en común el haber compartido días difíciles y haber resistido varias heladas. Cuando crezcan, ya no le tendrán miedo al frío y a la nieve; saldrán fortalecidas de la experiencia y quedará en su memoria ese tiempo congelado.

ALBERTO GARCÍA
Desde pequeño, mi abuelo aprovechaba los días de invierno para, al calor de la lumbre, contarme su vida a través de cuentos inventados.
Él siempre disfrutaba del letargo que la naturaleza nos regala para tener tiempo de estar con los nuestros y con nosotros mismos.
A veces el tiempo en casa se me hacía taaan largo, y la nieve fuera estaba tan fría…..
Un día le pregunté, -abuelo, para qué sirve el invierno?
Y con la perpetua sonrisa que iluminó mi infancia me dijo, -el invierno sirve para aprender a resistir y sanar la tierra donde plantar tomates.
HeLeN
Después de varios días encerrada, podría pensar que no puedo salir de casa por un tremendo temporal de nieve sin embargo, el sol que entra por mis ventanas anuncia una primavera reventona. Las rutinas que me he impuesto marcan las horas del día y mantienen mi ánimo vivo. La limpieza del hogar, ordenar papeles, el ejercicio diario y, hasta coser los botones de la chaqueta ajada que tanto calor me da o zurcir el tomate del calcetín desparejado. Doble desdicha la suya que remiendo con mis hilos de colores. Espero que así se alivie su soledad y resista esta primavera.
ESTHER OLIVEROS
«Mientras esperaba al joven que le hacía la compra, Manuela observaba con nostalgia cómo caía la nieve en la calle vacía.
Sobre la mesa, el reloj, indiferente, marcaba un eterno tic-tac. El timbre de la puerta anunció la llegada de tomates frescos y de noticias del pueblo que la había visto nacer hace 90 años… Tras una larga vida, ahora esto… Sabía que la Muerte estaba cerca, pero cuando llegara, la encontraría rodeada de sus hijos y nietos, quizás su próximo y último encuentro. Mientras sus pies cansados se arrastraban para abrir, murmuró para sí ‘Resiste, mujer, resiste.'»
MILLÁN TORRE
Pronto todo habrá desaparecido, todo lo que queda de la angustia de estos días quedará dentro, en nuestro recuerdo.
Fuera, nuestra vida que tanto añoramos, otra vez.
Os contaré una historia, la primera historia que me contó mi abuelo:
En el principio, no había nada, salvo el silencio, como el de un copo de nieve al caer.
Y creció la vida, y se reprodujo, como una semilla de tomate que puede producir decenas de nuevos frutos, cada uno en su lugar surgiendo en bastas especies y formas.
Todo lo hermoso y bueno resistió unido, siendo luz, siendo esperanza y vida.
JAVIER NIETO
En estos días hospitalizado llevare consigo el maravilloso dibujo de un muñeco de nieve que me envió mi sobrino, pensando que aquí nevaba, el portalápices que me regalaron hecho sobre un bote de tomate para mí, y también el texto que leo en voz alta, siendo sorpresa; relajado con los pies apoyados sobre el sofá, a modo de pensamiento, tarea que es de obligado deber en estos días que se nos hacen demasiado iguales; y en el que su mensaje me viene a decir que resista, y que se echa de menos a los que tuvo ayer cerca…

LAURA BOLEA
Repetía lo mismo cada día. Con sol, lluvia o nieve, el tiempo ya ni importaba. Se ponía los guantes, el traje de prevención, la mascarilla y entraba a la habitación para hacer su trabajo.
Cuando terminaba, volvía exhausta para casa, con los ojos enrojecidos como tomates y un único pensamiento: resistiremos.
Allí la esperaban sus hijos y su marido. Ni la besaban ni la abrazaban (era la única prevención que podían tomar en una casa de 50 metros), simplemente la admiraban.
– ¿Cuándo dejará mamá de limpiar ese hospital?
– Nunca, hijo mío, ella es imprescindible.
Y pasaba un día más.
CARMEN DE LA VEGA
Cuando se quitó las botas para irse a dormir se dio cuenta de que el calcetín tenía un tomate bastante hermoso. No se había dado cuenta hasta ahora. Seguramente ya estaba así cuando lo cogió del contenedor hace dos días. Últimamente los contenedores estaban llenos de cosas. La gente debía estar haciendo limpieza de armarios para matar el aburrimiento. El cielo tenía el color de cuando está a punto de nevar, pero se tapó con sus dos mantas, y pensó, resistiré.
VERÓNICA K.
Sobre la inmaculada nieve de marzo brotan rojos tomates, jugosos y palpitantes como corazones. En la fiesta que celebran por su increíble capacidad de resiliencia, bailan felices y entre ellos se preguntan: ¿Dónde estarán los humanos? ¿Creéis que únicamente habrán aprendido a «resistir»?
HÉCTOR RICARDO BERNASCONI
Observando el cariz que esta tomando el dia, esta amenazando nieve, de hecho ya están cayendo algunos copitos, y dada las especiales condiciones de vida que estamos compartiendo, estamos debatiendo, que plato seria ideal hoy para comer, alguien pide fabada, por ahí, desde una habitación dicen que espaguetis con muuuuuucho tomate, digo que hay que tener en cuenta que luego, no nos podemos dar un paseo por el pantano, asi que habrá que elegir algo que nos siente bien y no nos resulte molesto y nos ayude a resistir estas nuevas condiciones de vida que tenemos que cuidar para asi cuidarnos entre todos. Bueno creo que a triunfado una tortilla española, con una rica ensalada.
FIDELA GARCÍA FERNÁNDEZ
¡A VER QUIÉN PUEDE MÁS!
Vaya, esta temporada no nos recogen, dice desde su mata un tomate al de al lado. Tanto protestar otros años con el “¡que hay que recoger, hay que recoger! ¡Que luego vienen las nieves, o las heladas!” Y este año nos han dejado a todos aquí plantados. Pues no pienso madurar, ni por supuesto pudrirme. Voy a resistir. A ver quién puede más. ¡Malditos pájaros! Pues no vienen a picarnos… Pero ¿dónde está este hombre?
LAURA CAMA

Aparece una Estrella:
Mamá, el abuelo es una estrella? Sí, una de las que más brilla, está junto a muchas más y poco a poco el cielo se llenará.
Mamá, hoy nieva,vendrá a vernos la estrella? Sí, siempre está,es un regalo, tómate un poquito de tiempo en la ventana, cada copito es un pequeño beso en tu mejilla.
Mamá, podré resistir no poder darle un abrazo? Sí, porque siempre lo podrás hacer en tus recuerdos…
Mamá, te quiero! Y yo a tí!
Dedicado a mi hijo Iván.

LILIANA PIASTRA

Mientras comía el tomate recién cogido de la huerta notaba que su sabor no se me fijaba al paladar. Luego, la sirena de la ambulancia, las ráfagas de luz de las farolas. Al sacar la camilla, una canción a lo lejos: Resistiré.
Abrí los ojos en una cama blanca, rodeada de aparatos. Tras los cristales de la ventana, caían en silencio gruesos copos de nieve.
Una enfermera sonriente acercó su teléfono a mi oído. Resistiré, cantaban. Y fue entonces cuando recordé el tomate y me di cuenta de que sí, de que había resistido.
CONSUELO PÉREZ GÓMEZ

La tomatera no resiste el peso de la nieve. Caen copos como tomates sobre la mata que, ya no soporta más el peso frío de la noche eterna. Los tomates que brotaban en primavera quedan presos en la bruma de este invierno que no cesa. Un brote verde se abre camino entre el manto que todo lo cubre. Asoma despacio, tímidamente, hasta rozar la capa que abriga su sueño helador, y cual crisálida, atraviesa el umbral del vacío hacia un cielo redentor. ¡La primavera ha llegado!
El eco dispersa su grito hasta el último rincón del universo.

ABYLA MARCHA VIAJERA

Caían copos de nieve, días atípicos para la estación del año.

Hoy todos están en su casa, calles, plazas , la ciudad vacía.

El, con su música en la cocina añoraba sus momentos junto al mar y se dispuso a preparar «magra con tomate», tan típico en la ciudad costera donde se trasladaba en esta época del año, su refugio, donde disfrutaba de calas y atardeceres en solitario.

Este año no podría ser, el mundo estaba recluido en sus viviendas para poder VIVIR después los momentos mas soñados y deseados.

MANUEL ACEVEDO TRIVIÑO

LA VICTORIA OSCURA

Ocurrió durante la cuarentena, al despertar. Todo era extraño y no fue porque cayese la nieve fuera.

Eran los murciélagos, las serpientes, la oscura gruta del espejo, las arañas y los enormes moscones.

La habitación era aterradora. Mi cara fue de pavor, cuando al sacudirme una mancha de tomate, esta se transformó en una gran herida que me oprimía el pecho y no podia respirar.

La puerta se abrió, y una arpía vestida de verde entro en la habitación, toco mi frente con sus manos heladas, y dijo:

“Está resistiendo muy bien, ¡por fin le baja la fiebre!”

JULIA DÍAZ-AGERO TORRES

Se sentó ante el televisor, con un zumo de tomate en la mano, dispuesta a tranquilizarse. Pulsó un botón del mando. En un paisaje con nieve, alguien hablaba del virus. Buscó otro canal. Ante un cartel en el que se leía “Resistiremos”, alguien hablaba del virus. Otro y otro más y todos hablaban del virus. Por fin, buscó el último de los botones y, antes de pulsarlo, conminó a la pantalla para que contara cosas distintas. Lo pulsó… y alguien hablaba del virus. Se levantó, miró por la ventana y se lo contó al pruno de su jardín.
SUSANA DE LA RUBIA
Después de mirar con estupor durante dos semanas los imperceptibles cambios que se producían en el exterior, decidí que mi reclusión había que combatirla con una actividad absorbente: la cocina. Puse a punto de nieve las claras para hacer un bizcocho e imaginé una estupendísima ensalada de tomate y queso mozarela para comer… los ánimos se aplacaron un tanto.Ya podía resistir otras dos semanas más.

FRANCISCO FREIJANES

Hoy, decimoséptimo día, cae la nieve de forma continuada engendrando cierto gozo con su color, y yo sigo encerrado en la buhardilla, con mis libros y mis barcos, completamente solo desde el inicio, lejos de los míos, solo los percibo a través de las ondas, es mi único soporte afectivo. ¡Has de resistir! Me digo de vez en cuando para no caer en el pozo de la soledad interna. ¡Tomate las cosas con paciencia! Sí, eso es, pero necesito compartir esta soledad impuesta por la pandemia. Solo mirar a través de la ventana me hace percibir cierto alivio de libertad.

PEPA¡Lo hicimos, resistimos!
Resistimos, sí, unidos todos, sin nombres, mañana por fin acaba el estado de alarma; ya no queda nieve en las cumbres, tras las copiosas nevadas; ya florecen los tomates y las dalias, ya resurgen los abuelos, protegidos de las dagas. Yo no sé ni qué ponerme, o si no ponerme nada, Saldré pronto a dar abrazos, ¡a sentir esa alborada!.

CARMEN MARÍA DA CUNHA

Un día más, o, mejor dicho, un día menos. Hoy sin nieve, pero con la misma atmósfera de sacrificio, fuerza, unión y solidaridad que hace estos días tan únicos. Tómate un respiro, disfruta de ti, de los tuyos, de los demás en la distancia…. eso te permitirá cargar tu alma con tal energía que gritaras: ¡Resistiré, ni lo dudéis un minuto!

PILAR TRAPOTE GALLARDO

CUENTINO 1

-¡Nico hijo no te resistas! deja de mirar la nieve por la venta y acaba la tostada de tomate y aceite que te he preparado ¿o quieres que pase por casa el virus?.

– ¿Quién es el virus, papá?
– En el 2020, cuando yo tenía 5 años como tú y no obedecía, no comía lo que debía, etc. Llegó el virus y sin darme cuenta hizo desaparecer a mi abuelo y a mi padre. No los volví a ver, ni siquiera para darles un beso de despedida, ¿tú no quieres eso, verdad?

MAYTE GONZÁLEZ SANZ

Tomate… el ingrediente que más les gusta a mis hijos ponerle a la comida, ellos que me dan la fuerza diaria para resistir está situación que nos ha tocado vivir y de la cual saldremos pronto para jugar con esa capa blanca de nieve con la que poder disfrutar nuestro añorado invierno.

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